Instagram es una red social que está en pleno auge y solo es necesario observar el comportamiento de tu entorno para verificar que esto es así. Los usuarios de esta plataforma generan cada vez más stories cuando viajan o descubren un restaurante, siguen los contenidos de influencers destacados en los sectores que les interesan y se enteran de la existencia de marcas que desconocían. Instagram puede constituir el canal perfecto para reforzar el branding de una marca, para llegar a clientes potenciales y para fidelizar aquellos que ya tienes. Hay cientos de posts circulando por internet con inspiración para las publicaciones de Instagram o guías para seguir determinadas estrategias. Pero, ¿sabes qué no hacer en Instagram si eres una empresa o marca? Te revelamos algunas acciones que debes evitar si no quieres perder seguidores y, como consecuencia, clientes.
- Ignorar a tu comunidad
La regla de oro que no debes obviar es que el fin de las redes sociales consiste en tejer una comunidad en la que sus integrantes interactúan. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que la comunicación era unidireccional y las marcas se dirigían a sus clientes desde su particular podio. Instagram no va de que cuentes tu película, sino que está planteado como un diálogo. Por estas razones, si te preguntas qué no hacer en Instagram el hecho de ignorar a tu comunidad es el error más grave. Contesta a sus comentarios y a sus mensajes porque es clave en tu estrategia.
2. Seguir nuevas cuentas para dejarlas de seguir en un corto espacio de tiempo
Esta técnica para ganar seguidores ya está muy vista y provoca una imagen negativa de la empresa o cuenta que lo hace. Si quieres aumentar tu comunidad rastrea y busca cuentas afines que también te interese monitorizar, pero lo de seguir solo para recibir follows de vuelta es absolutamente desaconsejable.
3. No satures a tus seguidores
Igual que en la vida offline habrá personas que te resulten pesadas, en las redes sociales sucede lo mismo. En la lista de qué no hacer en Instagram no podía faltar el punto de no saturar a tus seguidores. Debes encontrar el equilibrio perfecto entre estar presente en la mente de tu comunidad sin llegar a aburrirla porque lo poco gusta y lo mucho cansa. Ni se te ocurra publicar varias tandas de fotos en un solo día, puesto que es tedioso y además tus publicaciones competirán entre ellas, lo cual no te beneficia.
4. No hagas publicidad en todas tus publicaciones
¿Te gustaban esos intermedios infinitos en los que la televisión nos obligaba a tragarnos media hora de anuncios? ¿Te sentarías ahora por voluntad propia frente al ordenador a ver una ristra de spots? Por aquí pensamos que la respuesta de la mayoría de la población es que no. La publicidad interrumpe los momentos de ocio, y aquí está la explicación de por qué puede percibirse como un fastidio. Si en un descanso del trabajo coges el móvil y te metes en Instagram, lo último que te apetecerá ver será publicidad. Configura contenido de valor, ofrece a tus seguidores publicaciones que sabes que les van a interesar y a gustar.
5. No borres los comentarios negativos
No sabemos qué tamaño tiene tu empresa o tu marca, pero si alguna vez te ves envuelto en una crisis de reputación lo que no puedes hacer es amordazar a tus seguidores borrando sus comentarios. No existe ninguna empresa con un 100% de clientes satisfechos, siempre va a haber alguien que por el motivo que sea quedará descontento. Lo preocupante es que ahora los clientes decepcionados pueden lanzar sus opiniones en las redes sociales y destrozar la reputación de tu empresa. En estos casos lo mejor es responder a los usuarios con educación y mano izquierda y saber revertir el problema de manera que podamos sacar algo positivo de la situación.
6. Cuida la calidad de tus publicaciones
En Instagram la calidad estética posee mucho peso, y si como empresa publicas fotos o vídeos con mala resolución la impresión que das es de falta de profesionalidad. Redacta siempre una breve y atractiva descripción para tus publicaciones: compartir fotos sin texto emana dejadez pero tampoco conviene escribir textos excesivamente largos.
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